lunes, 5 de agosto de 2019

¿Qué es ABP?


ABP ⟹ Aprendizaje basado en proyectos

Trabajar por proyectos en educación infantil es algo que desde hace mucho tiempo estamos escuchando y son muchos los maestros quienes ponen en práctica esta metodología. 

Efectivamente, el trabajar por proyectos ofrece muchas posibilidades, tanto a maestros como a alumnos, que no ofrece un aprendizaje tradicional. Al trabajar por proyectos los alumnos aprenden investigando, experimentando y viviendo cada uno de los procesos de enseñanza-aprendizaje.  Además de contar con el extra indispensable de nacer de sus propios intereses e inquietudes.



Todo esto es fácil decirlo, pero para trabajar correctamente esta metodología se necesita una implicación total de los docentes.  Es necesario un gran trabajo de elaboración, preparación de materiales, recursos y evaluación.

Al trabajar por proyectos en infantil podemos globalizar, algo que es imprescindible en esta etapa. A través de una base podemos trabajar todas las áreas curriculares mientras los alumnos están embelesados con todo lo nuevo que les aparece con esos descubrimientos y pensamientos que les surgen y, por supuesto disfrutando. Los educandos están tan inmersos que no se dan cuenta de todo lo que están interiorizando, de la cantidad de conceptos e ideas que están asimilando y de la construcción tan importante que están haciendo en su aprendizaje.

Trabajando esta metodología, también se están favoreciendo las relaciones sociales y, con ellas, las normas de convivencia y valores tan importantes como la cooperación y el respeto, ya que los proyectos facilitan el trabajo en pequeños grupos y, por lo tanto, les ayuda a aprender a organizar el trabajo, las ideas y a repartir responsabilidades.

Pero, ¿cómo se trabaja realmente por proyectos en educación infantil? Los proyectos deben surgir de los intereses de los niños, de sus características, dudas y necesidades y a partir de ahí podemos comenzar a trabajar.

Pero para que realmente un proyecto funcione, debe surgir en un momento determinado y unas determinadas circunstancias: una pregunta, algo que ocurra en clase, en el centro o fuera, en definitiva, algo que les llame la atención y que les haga preguntarse cosas: alguna visita que recibamos en el aula... Lo que sea, pero debe de ser algo que suscite su interés de manera espontánea y que les haga preguntarse cosas que necesiten una respuesta que se obtendrá a través del proyecto.

Los proyectos no son algo improvisado que se crea sobre la marcha, siempre debe de existir un eje vertebrador que organice el trabajo, una estructura-base que es común a todos ellos. Un proyecto tiene unas fases que lo estructuran en su desarrollo. Estas FASES ayudan a estructurar la labor, pero el proyecto al ir construyéndose entre todos, puede ir cambiando y tomando diversas direcciones en función de los grupos, de las aportaciones de los niños y de las colaboraciones de las familias. Aún así, estas fases no son un esquema rígido a seguir de modo mecánico, no tienen por qué darse en ese orden, e incluso, alguna de las fases podría no aparecer en algún caso. Porque dependiendo de cada proyecto, de sus características, las emociones que provoque, las acciones que conlleve y las preguntas que suscite, harán que se dedique más a una fase o a otra.


Para no alargar este post y que sea demasiado largo, en uno próximo hablaremos sobre las fases que se dan en un proyecto (clic aquí para seguir leyendo)

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